sábado, 5 de mayo de 2012

¿LA VERDADERA REALIDAD ESTÁ FUERA DE LA CAVERNA?

Miriam Guadalupe Pérez de la Torre
El texto de la parábola de la caverna de Platón nos plantea la siguiente situación: en una caverna se encuentran unos hombres encadenados (estos hombres no fueron metidos de adultos ni de niños a la caverna, ellos nacieron ahí)  a la caverna sólo entra un rayo de luz, este rayo hace que se proyecten los objetos que se encuentran afuera. Para estos hombre que nunca han visto otra cosa que no sean estas sombras, éstas se les presentan como si fueran la verdad pura y a esto es a lo que llamamos “mundo de las apariencias”.

Supongamos que uno de los encadenados logra salir de la caverna, capta formas (a este le llamamos el mundo de las opiniones) y se crea opiniones, pero éste se encandila y se ve obligado a volver al confort de la obscuridad y ante esta situación no se permite así mismo conocer más allá de su propia realidad.(A los encadenados se les quitan las cadenas, pero ellos no salen de la caverna por que no conocen otra realidad).

Pero supongamos que uno de ellos logra salir de la caverna, padeciendo el doloroso camino de la verdad.Este de primer instante se encandila, pero poco a poco se va adaptando, y logra ver objetos, después comienza a reconocer formas, convive con los objetos y se da cuenta de la realidad.

Este último, una vez que ha sido iluminado y ahora conoce la verdadera realidad, se muestra deseoso de guiar a la luz a sus antiguos compañeros de la caverna (a éste se le considera como el ser filosófico), si este vuelve a la caverna con nuevas ideas y les habla de un mundo de objetos, este será considerado un loco, y si intenta sacar a uno de ellos incluso podrá ser atacado por este y morir.

Si vemos a la caverna como la sociedad en la que estamos inmersos, consideremos que es imposible adquirir todo el conocimiento del mundo, y es muy probable que al salir de la caverna lo único que logremos sea entrar en otra caverna y a ésta considerarla como la iluminación y crearnos otra realidad falsa o a medias.

Para dejar más claro lo que deseo plantear, tomemos por ejemplo a las ciudades precolombinas como una caverna. En el continente americano, se tenían muchas religiones con muchos dioses, a los cuales se les rendía culto, se hacían sacrificios para halagarles, y entre muchas otras actividades más, ésta era una realidad total y pura. Pero llega el imperio español (al cual consideraremos como “el desencadenado” o ser filosófico) que desea (aparte de robar el oro de estas tierras) predicar una nueva religión con un solo Dios, arrebatando de manera agresiva y despiadada todos aquellos ideales que hasta ese momento eran una realidad totalmente pura. A costa de muchas muertes, estas nuevas ideas se adoptaron como la verdadera realidad. En la actualidad para la mayoría de las personas del continente americano el Cristianismo sigue siendo una realidad pura. Ahora imaginemos que no hubiese sido España sino Japón quien viniera a profetizarnos otros ideales,  México y América en general ahora serian Budistas o Islámicos si los que vinieron hubieran sido marroquíes.

Consideremos lo que digo, el hecho de tener el fuego y/o la luz no quiere decir que tengamos del todo la realidad,porque quizá lo que estemos viendo no sea real sino que sólo estamos encandilados, y tal vez nos demos cuenta de esta situación y logremos salir de esta otra caverna luminosa y creeremos encontrar la nueva realidad. Pero, ¿Cómo saber que lo único que estamos haciendo no es saltar de caverna en caverna?

Visto desde este punto la verdadera realidad no existe. O tal vez si, pero estamos más lejos de lo que creemos de alcanzarla. Ypor lo tanto aunque la tengamos enfrente somos incapaces de reconocerla al cien por ciento.



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